El vino tinto es uno de los grandes protagonistas de la mesa argentina. Desde el clásico asado hasta platos más sofisticados, cada variedad de tinto tiene una combinación ideal que potencia sus aromas y sabores. En este artículo, te contamos cuáles son las mejores comidas para disfrutar junto a un Malbec, un Cabernet Sauvignon, un Pinot Noir o un Syrah.
Pinot Noir y platos livianos
El Pinot Noir es un tinto más fresco y delicado, con notas frutales y suaves. Su equilibrio lo convierte en un gran aliado para comidas más ligeras y con un toque gourmet.
- Pato o pollo al horno con hierbas
- Risottos de hongos
- Pescados grasos como salmón
- Quesos suaves y cremosos
Syrah y sabores especiados
Con su intensidad aromática y notas especiadas, el Syrah acompaña a la perfección platos condimentados y comidas con un toque picante.
- Carnes a la parrilla con marinadas especiadas
- Pastas con salsa arrabiata
- Chorizos a la pomarola
- Platos de cocina mediterránea
Consejos generales de maridaje con tintos
Más allá de la variedad, existen reglas prácticas para disfrutar al máximo los vinos tintos:
- Cuanto más intenso el vino, más contundente debe ser el plato.
- Los tintos jóvenes combinan mejor con comidas sencillas y frescas.
- Los vinos con crianza en barrica se disfrutan con platos de cocción lenta.
- No temas experimentar: el maridaje también depende de tu paladar.
Cada copa de vino tinto cuenta una historia distinta, y elegir la comida adecuada puede hacer que esa experiencia sea inolvidable. Ya sea un Malbec junto al asado del domingo, un Cabernet con un guiso en invierno o un Pinot Noir en una cena más ligera, la clave está en encontrar el equilibrio entre plato y copa. Probar nuevas combinaciones no solo amplía el paladar, sino que también transforma cada encuentro en un momento especial.





